Cementerio de Torrero - Panteones Ilustres y Elementos Relevantes
Capilla Exterior

Proyectada por el arquitecto municipal José de Yarza Echenique en 1914, tiene la forma de un pequeño templo de planta rectangular y cabecera poligonal. Esta edificada en ladrillo visto y piedra, en una amable síntesis de estilos neomedievales, un revival del románico reinterpretado en materiales y formas del neomudéjar.
Entrada Principal, Capillas Adyacentes y Tapias del Cementerio.

En 1883 el arquitecto municipal Ricardo Magdalena iniciaba la gran reforma y ampliación del Cementerio antiguo en el que ordenaba el espacio, recogía los principios higienistas europeos, regulaba los enterramientos e incorporaba capillas-cripta adosadas a las tapias del cementerio, configurando el magnífico conjunto
de entrada dentro de una estética historicista de inspiración claramente mudéjar.
Panteón de la Familia Villaroya

Proyectado por Antonio Miranda en 1882 y ejecutado en piedra, es una arquitectura maciza, sin espacio, bajo la que se sitúa la cripta para los enterramientos. De estilo plenamente eclecticista, su composición y decoración son complejas, ejecutadas con depurada técnica y llenas de simbolismo funerario: frutos de adormidera, letra omega, lechuzas aladas...
Panteón de las Familias Murillo y Portoles

Ofrece este panteón una escenografía de inspiración modernista compuesta por dos figuras de tratamiento escultórico diferente. Un ángel femenino sedente y de formas rotundas, señala una figura femenina de formas etéreas y evanescentes que se eleva flotando sobre un muro en talud, simbolizando la resurrección de los muertos. Es obra diseñada por el arquitecto Domingo Prada en 1909.
Panteón de la Familia Gardeta-Guinda (Antes Antonio Morón Lázaro)

De 1904 es este singular panteón que integra una de las mejores obras del escultor Dionisio  Lasuén. Es la delicada figura de una mujer que invita al visitante con su dedo índice (roto) al  silencio. Con expresión llena de melancolía y ropajes de fluido modelado, es uno de los  mejores ejemplos de la estética modernista de esta necrópolis.
Sepultura de la Familia Ginés y Ginés

Dejando la tierra es el título de esta bellísima escultura de 1905 del escultor Enrique Clarasó.
 
Realizada en mármol de Carrara es una representación plástica del alma en su ascensión al  cielo como una figura de mujer joven desmayada, desnuda y cubierta por transparente  mortaja que deja traslucir sus sensuales formas femeninas.
Panteón de la Familia Aladrén

Esta concebido como un espacio paisajístico que evoca un pequeño cementerio en el que la  vigorosa figura en tensión de un hombre semidesnudo esta cavando tumbas. Es el  sepulturero eterno que nos recuerda que tras la muerte todo se reduce a polvo. Obra del  escultor Enrique Clarasó, había obtenido la Medalla de Honor en la Exposición de París de  1900.
Panteón de la Familia Gómez y Sancho

También obra del escultor Enrique Clarasó, de 1904, representa El Tiempo, el anciano pero  vigoroso hombre que arranca las hojas del libro de la vida, símbolo del paso del tiempo. 
Ejecutado en mármol blanco, la figura, indiferente a lo que le rodea y fija en la eternidad,  muestra excelente tratamiento anatómico y formas de inspiración miguel angel esca.
Panteón de la Familia Matute - Pérez

El Ángel de la oración es obra de Dionisio Lausén, de 1898. Representa el artista a un ángel  adolescente arrodillado junto al sarcófago, que reza el rosario eternamente con sublime  expresión de serenidad y espiritualidad. Es obra de muy buena factura dentro de los cánones  equilibrados y clasicistas que mantiene el escultor en su producción plástica funeraria.
Panteón de Miguel Fleta

En el Centenario del nacimiento de Miguel Fleta (1997-98), el Ayuntamiento colocaba un  busto conmemorativo al más universal de nuestros cantantes líricos en el panteón en el que  fue inhumado definitivamente en 1959. Esta ejecutado en bronce dentro de planteamientos  estéticos clásicos pero resuelto de forma moderna y sintética y es obra del escultor Alberto  Gómez Ascaso.
Panteón de las familias Ascaso y Moncasi

De magníficas y equilibradas proporciones, este panteón tiene estructura de templete diáfano  a modo de baldaquino o humilladero. Ejecutado en piedra y mármol para algunos detalles, es  obra del arquitecto Félix Navarro Pérez, de 1882. Su espléndida arquitectura se sitúa dentro  de la sobria y elegante estética clasicista.
Panteón del Cabildo Metropolitano de Zaragoza

En 1877 el arquitecto Fernando de Yarza diseñaba este original panteón de planta octogonal.  Realizado en sillería de piedra, combina elementos clasicistas dentro de una concepción  general neorrománica. En la parte posterior del edificio hay un relieve moderno de buena  factura del escultor Manuel Arcón, que representa a la Virgen del Pilar siguiendo la  iconografía de la imagen original.
Manzanas de Nichos a Perpetuidad (1934)

Al final del andador principal se encuentra el Mausoleo de Costa, inicialmente en el exterior  del Cementerio hasta que en 1924 Miguel Angel Navarro proyectaba estas manzanas de  nichos integradas en un porche a modo de peristilo clasicista y monumental. Situadas al final  de la calle dignifican la entrada al recinto del Mausoleo y encuadran la perspectiva del  andador.
Mausoleo de Joaquín Costa

Es el enclave más emblemático del Cementerio de Torrero, erigido en 1916 por suscripción  popular en reconocimiento a los valores del eminente aragonés, político, economista,  antropólogo e ineludible referente del Regeneracionismo español. El busto de Costa, obra de  Dionisio Lasuén, corona el Mausoleo concebido como una escarpada y rústica montaña y  lleno de elementos simbólicos alusivos a su ideario.
Panteón de la Familia de Gerardo Mermejo

Monumental composición concebida como una escenografía de carácter funerario de  excelente ejecución. Es obra de 1915 de estética eclecticista del arquitecto Miguel Angel  Navarro y del escultor Carlos Palao, autor de la figura del Angel de la Guarda que descansa  sentado sobre el túmulo meditando quizá sobre el final de su tarea.
Panteón de Juan Bruil

Juan Bruil fue una de las personalidades más relevantes de la burguesía zaragozana. Muerto  en 1878, sus restos fueron inhumados definitivamente en 1880 en este panteón, en el que un  excelente retrato de tamaño natural realizado por el escultor Ponciano Ponzano en 1854  recuerda al que fuera Senador, Diputado y Ministro de Hacienda.
Panteón de Antonio Portoles

Destaca este singular panteón en forma de templete, proyectado en 1912 por Francisco  Albiñana, por los grandes bajorrelieves en bronce que lo decoran. Obra del escultor Carlos  Palao, en ellos se representa un programa iconográfico con escenas sobre el Santo Entierro y  la Resurrección de Cristo, una de las obras más logradas de la estética modernista.
Panteón de de la Familia Maynar

Félix Navarro proyecta este panteón en 1890 como un pequeño templo al que la bicromía de  los materiales proporciona especial expresividad. Mediante una acertada síntesis de la  estética neorrenacentista que domina en el conjunto con algún elemento de la moda  neoegipcia del momento - muros en talud y obeliscos - consigue un excelente resultado de  estilo eclecticista.
Sepultura de Jaime Ballesteros Herrerín

Un figura de mujer de rostro doliente, vestida con chaquetilla torera, peineta y mantilla,  sentada sobre la tumba llora la muerte de Herrerín, uno de los diestros que entusiamaron a la  afición aragonesa a comienzos del siglo XX. Esta sepultura, presidida por el retrato del  novillero, es obra de 1915 del escultor Domingo Ainaga y el arquitecto Francisco Albiñana.
Monumento a la Fosa Común

Es uno de los enclaves más representativos de este Cementerio por su función y significado  que recuerda el epitafio escrito por Juan Moneva y por la calidad artística del grupo  escultórico que lo señala. Es obra de José Bueno, de 1919, colocada aquí por suscripción  popular y uno de los conjuntos escultóricos de mayor interés de su tiempo.
Sepultura de Florentino Ballester Ballesteros

También en este caso la afición taurina promovió la construcción de esta sepultura como  homenaje a Florentino Ballesteros, uno de los toreros más importantes de la historia, cuarenta  años después de su muerte. Es obra de 1958 del arquitecto Marcelo Carqué y del escultor  Angel Bayod, aunque el busto del torero es de Domingo Ainaga, realizado hacia 1917.
Panteón de de la Familia Juan Guitart

Este original y espectacular panteón de estilo modernista es obra de 1911 del arquitecto Miguel Ángel Navarro y de los escultores italianos Buzzi y Gussoni. La vigorosa figura de un ángel masculino emerge entre las envolventes decoraciones vegetales que ocultan la parte superior de una columna decreciente, decorada en la inferior con fluidas formas.
Panteón de la Familia Herrero

La moda neoegipcia llega también al Cementerio de Torrero donde se pueden ver elementos sueltos integrados en la decoración de lapidas y panteones en las proximidades de este, el más importante y definido del estilo. Se construye en 1920 proyectado por  Miguel Ángel Navarro que reinterpreta una tipología de panteón cristiano utilizando elementos formales y ornamentales de inspiración egipcia.
Panteón de la Familia Repullés de la Llata

El arquitecto Marcelo Carqué proyecta en 1939 este panteón en el que plasma una  composición escenográfica sobre la muerte. Se representa aquí el momento en que un ángel,  vestido con túnica y con expresión serena, anuncia la llegada del Juicio Final. El conjunto es  de buena factura y cuenta también en su decoración con elementos de inspiración  neoegipcia.
Panteón de los Condes de Fuentes

Este pequeño templete de mármol blanco se construye en 1870 para acoger los restos del  Conde de Fuentes José Mª Pignatelli de Aragón y Autentas, muerto en París en 1869, y los de  su esposa Rosa Cavero y Álvarez de Toledo, muerta en Zaragoza en 1898. Proyectado por el  arquitecto Fernando de Yarza, sorprende por su elegante tipología neoclásica.
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