El Real Monasterio de Santa María de Veruela es una abadía cisterciense del siglo XII, situada en las cercanías de Vera de Moncayo, en Tarazona y el Moncayo, Zaragoza, Aragón, España. Historia En 1141 Pedro de Atarés junto con su madre donaron los valles de Veruela y Maderuela, en torno al río Huecha y a escasos kilómetros al noroeste de Borja, a los monjes franceses de la Abadía de Escaladieu para que se fundase un monasterio bajo la advocación de la Virgen María.a Sin embargo, la orden del Císter no dio el permiso para que se procediese a la fundación hasta 1146,b siendo por consiguiente el monasterio cisterciense más antiguo de Aragón.La donación fue confirmada en 1155 por Ramón Berenguer IV.
Los monjes cistercienses encontraron en los entonces frondosos bosques del somontano del Moncayo el silencio y la soledad que su regla monástica exigía, además de otros elementos fundamentales para la vida cisterciense: piedras (las canteras de la zona) y agua (la del río Huecha o La Huecha).

Ese río fue, precisamente, el eje de la articulación del señorío verolense. Veruela como señor de vasallos poseía las localidades de Ainzón, Alcalá de Moncayo, Bulbuente, Litago, Pozuelo de Aragón y Vera de Moncayo, además de poseer una granja en Magallón (la conocida como Granja de Muzalcoraz), sin olvidar que hasta 1409 poseyó también Maleján.
Todas estas posesiones convertían a la institución señorial de Santa María de Veruela en el  gran señor del Valle de La Huecha y de las actuales comarcas de Borja y Tarazona. Veruela  fue abandonada por los cistercienses en 1835, cuando la desamortización, lo cual propició la  destrucción y el abandono del cenobio. No obstante, una junta de conservación formada por  gentes de Borja y Tarazona impidieron su ruina total y merced a la creación de una  hospedería pudieron conservar el monumento.
A dicha hospedería acudieron durante la  segunda mitad del siglo XIX la alta sociedad zaragozana e ilustres personajes como los  hermanos Bécquer, Gustavo Adolfo y Valeriano -el pintor-; ambos encontraron en Veruela un  lugar romántico por excelencia que inspiró muchos pasajes de sus obras, en especial la  colección de cartas de Gustavo Adolfo reunidas y publicadas con el título de Desde mi celda,  y buena parte de la colección de grabados de Valeriano.

Es evidente que la presencia del  poeta ha otorgado a Veruela la universalidad de la que hoy disfruta, algo que no consiguieron  ni la larga presencia cisterciense entre 1145 y 1835, ni la estancia jesuítica en el periodo de  1877 a 1975.

En 1976 el estado cedió el usufructo del monasterio a la Diputación Provincial de Zaragoza para su rehabilitación y conservación. Desde 1998 Veruela es de titularidad de  dicha Diputación que, además de continuar las obras de restauración, lo mantiene abierto al  público y lo ha convertido en sede de actividades culturales como exposiciones, cursos o  festivales musicales.

Arquitectura El edificio reúne en sus piedras diversos estilos artísticos,  que van desde el Románico en la portada de la iglesia abacial, pasando por el Gótico del  interior del mismo templo o del claustro medieval, el Renacimiento en las reformas realizadas  por Hernando de Aragón y el Barroco en la portada de la sacristía y del monasterio nuevo.

El monasterio de Veruela se encuentra junto a Vera de Moncayo (perteneciente a la provincia de Zaragoza) a las puertas del Parque Natural de la Dehesa del Moncayo y escasa distancia de esta emblemática montaña del Sistema Ibérico. Por tanto, desde el punto de vista geográfico, su localización lo sitúa en un punto de Aragón muy próximo a Castilla (provincia de Soria) y Navarra.
El conjunto monástico está cercado por una muralla de forma hexagonal de 1 Km. de perímetro jalonada por once gruesos torreones cilíndricos. La entrada al monasterio se efectúa por la torre del homenaje que nos conduce a un bello y romántico espacio arbolado que finaliza en la monumental fachada principal de la iglesia abacial.
La iglesia del Monasterio de Veruela se puede considerar de las más románicas del Císter en España. Cuenta con tres altas naves separadas por pilares cruciformes con columnas en sus frentes las que miran a la nave central no llegan hasta el suelo que soportan arcos todavía de perfecto medio punto. Las bóvedas son de crucería sencilla. Todo el conjunto impone al espectador por su armonía y monumentalidad.
El Real Monasterio de Santa María de Veruela
Las citadas naves terminan en una nave transversal o transepto y una espectacular cabecera con una capilla principal abierta a una girola que da paso, a su vez, a cinco absidiolos.

La citada capilla principal tiene un alzado formado por tres niveles. El inferior es el de los vanos de comunicación con el deambulatorio, que presentan arcos apuntados que voltean sobre pilares con semicolumnas adosadas. El segundo nivel es de sencillos ventanales al exterior para la iluminación. Entre estas ventanas surgen columnas truncadas sin basas que recogen los nervios de crucería del tercer nivel que es del abovedamiento.
La girola es un espacio de enorme interés, donde se percibe un gran ambiente medieval, gracias a las armónicas y rítmicas formas que combinan las bóvedas de crucería, arcos apuntados y columnas. Los cinco absidiolos o capillas que emanan del deambulatorio son relativamente pequeños y de formas plenamente románicas: planta semicircular y bóveda de cuarto de esfera.

Por su parte, el citado transepto también cuenta con un par de capillas absidales.

Este tipo de cabecera convierte a Veruela en el modelo más avanzado de los tres monasterios cistercienses aragoneses que citamos al comienzo.
La iluminación de la nave central, al ser más alta que las laterales, se práctica directamente a través de grandes ventanales abocinados sin molduras ni decoración.

Siguiendo las pautas de austeridad establecidas por Bernardo de Claraval, los capiteles son de carácter vegetal y geométrico, salvo uno que muestra esquemáticas arpías.

Aunque el aspecto interior es de bastante oscuridad, hay que imaginar esta iglesia mucho más luminosa en origen puesto que el claustro superior construido en el siglo XVI tapó las ventanas de la nave sur. Además, las paredes estarían revestidas de un enlucido de color blanco, como era preceptivo en el Císter.
El claustro del Monasterio de Veruela es gótico puesto que el románico de la primera campaña constructiva se vio afectado por una incursión castellana durante la Guerra de los Dos Pedros. Así que debió reconstruirse a finales del siglo XIV.

Su estética es netamente gótica, de modo que sus galerías se comunican con el patio interior mediante arquerías apuntadas entre contrafuertes. Tres óculos lobulados por tramo, actualmente cegados, ofrecen la principal ornamentación. Hay que fijarse en la colección de ingeniosas y expresivas gárgolas que emanan de los contrafuertes.
Las pandas se abovedan con crucería, siendo la base de sus nervios un conjunto de ménsulas esculpidas con cabezas de animales, personajes, etc.

También pertenece a esta campaña constructiva el monumental lavatorio que hallamos junto a la entrada al refectorio y que estaba destinado a la higiene de las manos de los monjes antes de entrar a comer. Tiene planta hexagonal con enormes vanos de comunicación con el exterior a base de numerosas arquivoltas apuntadas y columnillas de hojarasca gótica. Su abovedamiento es de crucería teniendo como clave un medallón con un guerrero tallado. La fuente se sitúa en el centro.
En el siglo XVI se añadió un piso de estilo renacentista plateresco mediante antepechos que soportan columnas toscanas y arcos con cada intradós decorado con cabezas de ángeles. Las enjutas muestran enormes cabezas de personajes relevantes como abades, reyes, etc.

También hay que fijarse en los numerosos sepulcros y arcosolios funerarios que se practicaron en el claustro bajo.

De las dependencias claustrales que se conservan de la Edad Media hay que citar, por su importancia y/o buena conservación la sala capitular, el locutorio, el refectorio de los monjes, la cocina y la cilla.
La sala capitular es de gran belleza. Se comunica con el claustro a través de unas arquerías todavía románicas de exquisita belleza, gracias a sus anchas arquivoltas ajedrezadas y a sus elegantes columnas.

La propia Sala Capitular también es la más románica de los tres monasterios cistercienses aragoneses. Es de la menor altura y las sencillas bóvedas de crucería se sostienen mediante el apoyo de elegantísimas columnas adosadas a los muros y otras cuatro repartidas en el espacio central.

En el muro opuesto a la entrada (el oriental) cuenta tres ventanales, uno por cada tramo.

En el muro septentrional de esta sala se halla el sepulcro gótico del siglo XIII de Lope Ximénez, señor de Agón, con buena parte de su policromía original. Por su parte, en la pared opuesta encontramos la sepultura del abad y cardenal Sancho Marcilla trabajado una centuria (finales del siglo XIV).
Como era preceptivo, existía una puerta de comunicación entre la iglesia y la panda del capítulo del claustro, próxima a la sala capitular. Esta puerta, llamada "de los monjes" porque por ella accedían éstos al templo se ha conservado de forma óptima. Tiene tres arquivoltas y dos columnas.
Al sur de la sala capitular encontramos el locutorio, lugar donde se explicaba verbalmente a cada monje su trabajo diario, puesto que en el resto del monasterio estaban prohibidas las conversaciones.

Se trata de una estancia rectangular de gran sencillez, aunque la fábrica es de sillería y con su correspondiente abovedamiento.

La Sala de los Monjes, Éste era el lugar donde los monjes realizaban su principal trabajo manual que era el de la copia de códices. Se trata de un espacio bastante diáfano abovedado cuyos nervios caen sobre gruesas columnas de fustes agrupados y las ménsulas adosadas a las paredes.

El refectorio es una sala rectangular con su eje longitudinal dispuesto en sentido perpendicular a la panda del claustro, como era preceptivo en los complejos del Císter, ya que de ese modo, en caso de aumento del número de monjes bastaba con eliminar el muro de cierre y añadir más tramos a la nave. Tanto los muros laterales como el de cierre están horadados por grandes vanos. El abovedamiento de crucería estrellada tardogótica es fruto de las reformas acaecidas en el siglo XVI.
La cocina es una sala contigua con vanos para evacuar los humos. La acumulación de hollín de siglos de uso ha impregnado de color negro los plementos de su bóveda de crucería.
La sala de difuntos era un pequeña habitación destinada a lavar y preparar a los monjes fallecidos para su posterior enterramiento.
Portada rococó del siglo XVIII decorada con ángeles niños y también músicos. Remata el  conjunto una pequeña imágen de la Inmaculada y un Cristo resucitado niño. Esta puerta da  acceso a la sacristía nueva. Portada de la sacristíaPortada de la sacristíaLa sacristía es una  pieza de planta rectangular construida en tiempos del abad Bernardo López (1664-1660). La  forman dos espacios distintos, la antesacristia y la sacristía propiamente dicha.

Esta última estancia la preside una talla de la Virgen con el Niño. Destaca por su boveda de  medio cañón con lunetos decorada con un revoque en yeso pintada con motivos naturales y  geometricos de vivos colores aunque abunda el blanco y negro. En el centro de la bóveda un  medallón con el anagrama de la Virgen Maria.

La entrada de la sacristía está formada por un arco de medio punto decorada en estuco  policromado. A su izquieda podemos encontrar la pila lavamanos habitual en las sacristias.
La Cilla, Las estancias de los legos, adosadas a la panda oeste, sufrieron algunas modificaciones. No obstante tenemos en buen estado la cilla o almacén de víveres del cenobio que englobaba el callejón de conversos.

Se trata de un espacio rectangular de dos naves separadas por arcos apuntados que caen sobre columnas cilíndricas de sencillos capiteles. La techumbre es de madera.

También nos ha llegado en óptimo estado la llamada "Puerta de los Conversos", por donde accedían los legos a la iglesia para no mezclarse con los monjes que hacían lo propio por la de "Puerta de los Monjes" ya descrita en un apartado anterior. La Puerta de los Conversos de Veruela es de estilo románico y cuenta cuatro arquivoltas decoradas con secuencias de motivos geométricos y florales, además de con dos columnas.
Referencias Bibliograficas: Monasterios de España, arteguias.com, Monasterios de España
http://www.jdiezarnal.com/spainzaragozaveruela.html y Real Monasterio de Santa Maria de Veruela  https://es.wikipedia.org
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