Bienvenidos a mi sección de Misterios y Leyendas, en algunas ocasiones me gusta escribir  aquellas viejas leyendas ya casi olvidadas y perdidas en el tiempo. Viejas leyendas de lugares  que he visitado en el transcurso de mis viajes y que de ese modo puedo documentar  gráficamente.

Es en cierto modo una manera de vivir en primera persona los misteriosos y en ocasiones  terroríficos hechos acontecidos en ese lugar.


"La Leyendas del Cura de Benasque"
Existe una antigua leyenda ya casi perdida en el tiempo y la memoria, una vieja historia que aun recuerdan y cuentan los mas longevos del lugar. El escenario de esta terrorífica historia es la población de Benasque perteneciente a la comarca de la Ribagorza, en el Pirineo Aragonés.

Los macabros acontecimientos tuvieron lugar mas concretamente en la Iglesia de Santa María del siglo XIII que aun en nuestros días permanece impasible al paso del tiempo.

Hace unos pocos años tuve la gran fortuna de poder visitar este emblemático lugar y poder así documentar gráficamente esta leyenda que ahora os relato...
Siglos atrás resultaba una practica habitual que los curas se desplazaran de pueblo en pueblo para impartir la misa. Uno de estos sacerdotes y protagonista de esta historia era Mosén Francisco. En su camino hacia la iglesia de Santa Maria en Benasque el infortunado sacerdote se encontró con el diablo, el cual le robo su sombra y uno de los talones, tras lo cual Mosén Francisco falleció quedando condenado a impartir una misa sin hacer huir a sus feligreses.

Una fría y lluviosa mañana del mes de abril a altas horas de la madrugada, misteriosamente las campanas de la iglesia tocaron a misa. Ante tal hecho Doña Pilar, una de las mas fervorosas creyentes del pueblo, despertó extrañada pero aun así decidió  acudir a la llamada de misa. Una vez llega a  Santa Maria da comienzo la misa, Doña Pilar es la única feligresa presente en ese momento y queda aun mas perpleja ante el hecho de que el sacerdote no parece ser Mosén Francisco y su voz resulta ser grotesca e inquietante.  Al poco el sacerdote se da la vuelta mostrando así a la desafortunada mujer su verdadero rostro.
Doña Pilar descubre aterrorizada que la persona que esta oficiando la misa es un cadáver en descomposición.

Horas mas tarde, ya con las luces del amanecer, las gentes del pueblo sorprendidas ante el hecho de que la iglesia aun permanecía abierta deciden entrar encontrando a Doña Pilar desmayada en el suelo. La desafortunada feligresa paso algunos días en cama muy afectada por lo sucedido, sin querer contar nada y casi al borde de la locura.

Un tiempo después relato los hechos que esa madrugada le ocurrieron dejando estupefactos a los habitantes del pueblo. Unos quedaron aterrorizados, otros incrédulos ante tal relatopero en todos ellos el miedo hizo acto de presencia.
Trascurrieron unos pocos días y nuevamente a altas horas de la madrugada las campanas de Santa Maria llamaron a misa, recordando con temor el relato de Doña Pilar,  solo tres fieles acudieron a la iglesia con miedo y curiosidad ante tal inusual hecho. Al descubrir el espeluznante aspecto del sacerdote que oficiaba,  los tres fieles huyeron aterrorizados del lugar dejando
a Mosén Francisco nuevamente sin poder terminar la misa.

Desde aquel terrorífico día dominados por el pánico los ciudadanos de Benasque al caer el oscuro manto de la noche, atrancaban puertas y ventanas y evidentemente se negaban a volver a pisar la iglesia temerosos del terrorífico cura. Ante el caos y terror que este asunto había generado en este, hasta entonces tranquilo pueblo, Don Roque uno de los  benasqueses mas sabios y respetados del pueblo, meditando sobre todo este oscuro asunto,  dio con una posible explicación Mosén Francisco era ahora un alma en pena quedando condenada a impartir misa eternamente hasta que algún feligrés la pudiera escuchar entera
Don Roque entonces convoco a todo el pueblo explicando estos hechos y solicitando que si las campanas volvían a llamar a misa a altas horas de la madrugada todos acudieran a la iglesia.
Transcurridos algunos días nuevamente las campanas de Santa Maria tocaban a misa en las altas y oscuras horas de la madrugada.

El mismo Don Roque en persona acompañado de varios vecinos del pueblo, aunque con temor, acudió a la iglesia decidido a poner en practica su teoría respecto a este macabro acontecimiento.

Nuevamente Mosén Francisco da comienzo a la eucaristía, varios de los fieles al ver la cadavérica estampa que presentaba el cura huyeron rápidamente del lugar

aterrorizados dejando solo allí a Don Roque. El pobre Don Roque profundamente aterrorizado y sin tan siquiera atreverse a mirar directamente al cadavérico cura rezó fervorosamente hasta que la misa finalizo. Aun paralizado por el miedo Don Roque observo al terrorífico cura abandonar el altar y dirigirse a la sacristía donde desapareció.
Espero que os gustara esta vieja leyenda y  aunque nunca mas se volvió a saber de Mosén Francisco ni sonaron mas las campanas de Santa Maria a altas horas de la madrugada, si visitáis Benasque y esto ocurriera de nuevo ya me contareis si acudisteis a misa o no........

Texto e Imagenes: Manu Genzor - Lobo Blanco
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